miércoles, 6 de enero de 2021

Revisitando 2005

En una de las últimas entradas hablaba de que a veces es interesante partir del trabajo de otros, algo parecido pasa retomando antiguos dibujos propios. Hace poco, ojeando un viejo fanzine me encontré con una página que me resultaba lejanamente familiar. Me costó unos segundos darme cuenta de que la había dibujado yo y lo sorprendente no fue que apenas recordara haberlo hecho sino que no me reconocía en ella. La página en si no era gran cosa ya que probablemente no tardé más de media hora en terminarla pero el dibujo tenía una agilidad que hace mucho que he perdido y que no cuento con recuperar. Hay quien dice que es un mito eso de que los dibujantes, si lo dejan mucho tiempo, acaben "perdiendo mano" pero en mi opinión no vale la pena ni discutirlo porque es un hecho, hay cosas que se pierden antes, otras que tardan más y otras que raramente se pierden; además depende de cada dibujante pero la inactividad siempre pasa factura y cuanto más tiempo pasa, más gorda es.

Así que se me ocurrió que sería interesante recuperar algún dibujo antiguo y ver qué podía hacer con él a día de hoy. El problema es que no suelo conservar dibujos inacabados, soy poco productivo así que, cuando consigo empezar algo, o lo termino o lo desecho. Como ya he comentado alguna vez, entre el 2000 y el 2015 no dibujé prácticamente nada así que solo me costó unos segundos revisar la carpetilla en la que guardo los trabajos de los últimos 20 años y encontrar este dibujo de 2005.

En este caso recuerdo perfectamente porqué lo hice y porqué está sin terminar. No hacía mucho tiempo que había descubierto el comic de Akira en la versión coloreada por Steve Oliff. Por primera vez veía un comic coloreado digitalmente que no daba asco y yo quería probar a ver si podía hacer algo parecido con mi Pentium 3 y mi ratón de bola, hice este dibujo a lápiz expresamente para ello, lo coloreé y al poco tiempo perdí el archivo junto con todo lo que guardaba en mi disco duro de 13 gigas. Aun conservaba el lápiz pero no tenía mucho sentido volver a colorearlo así que fue a parar a la carpeta.

El dibujo va en la línea de lo que solía dibujar en la época y que ahora me parece un poco "pasado de rosca" pero también veo muy clara la influencia de Otomo, por ejemplo en la silla y las marcas de cuadros en la pared que son ese tipo de detalles que me fascinan en sus escenografías. Podría enrollarme mucho hablando del tema pero como no creo que le interese a nadie voy a dejarlo correr.

Ha estado bien terminarlo pero el trabajo ha ido poco más allá de un coloreado. Quizás pruebe a remontarme a un dibujo más antiguo en el que encuentre más cosas que modernizar.