Después de 15 años sin dibujar un comic (ni prácticamente
ninguna otra cosa) lo que me motivó a volver (además del tiempo libre que te
deja estar en paro) fue colaborar con Alain en su comic "Un día de Luna como otro cualquiera", un comic ambicioso y lleno de virtudes de esos que
suelen morir en la fase de proyecto y que solo tíos inmunes al desaliento como
Alain son capaces de llevar a buen puerto. Dibujé un par de historias
complementarias con guión de Alain. La primera se tituló "Mi cruzada".
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